Altar dispuesto para la celebración
Un año más, celebramos como comunidad educativa y religiosa a Cristo como Rey del Universo, en el marco del cierre del tiempo ordinario para iniciar con el Adviento. De esta forma, la participación fue extensiva a estudiantes, docentes, representantes delegados y miembros de otros colegios hermanos, como Fray Luis de León, Santo Tomás de Villanueva y San Judas Tadeo. En un clima de oración, espiritualidad y comunión con Cristo, proclamamos a un Dios eterno y glorioso. La santa celebración se llevó a cabo en el polideportivo del colegio y estuvo presidida por el Vicario Provincial de Venezuel (OAR), Fr. Eddy Polo, acompañado del Rector del ACR, Fr. Alfredo Sánchez, del Padre Yohan Guerrero, colaborador de Pastoral y Fr. Juan Carlos Palacios, religioso de la OAR. De esta forma, el espacio se vistió de gala para esta gran fiesta que nos recuerda el privilegio de llevar tan digno título: “Cristo Rey”.
Durante las ofrendas
La 1era Lectura del Profeta Daniel nos habló del dominio eterno, del reino sin fin de Dios; un reino que trasciende las cosas terrenales; un reino fundado en el amor, la justicia y una felicidad perdurable. Así lo resaltó el salmo, que fue bellamente cantado por María Aguilar, estudiante de 4to año: “El Señor reina vestido de majestad”. El Evangelio de San Juan, por su parte presentò la conversaciòn entre Jesús y Pilatos, al tiempo que nos cuestiona a nosotros tambièn como testigos de la Verdad. El reino de Dios no es d este mundo… ¿significa esto que Jesús ignoraba los problemas o realidades humanas? De ningún modo, Él mismo las vivió y por amor, dio su vida para salvarnos. Fr. Polo en su homilìa, destacó en este sentido, la importancia de entender bien de qué se trata ese reinado y dejar actuar a Dios Padre en nuestros corazones. Ante cualquier problema, necesidad e incluso en la felicidad, acudir a Dios Padre, sería la mejor decisión. Como cantaron los estudiantes, luego de comulgar: “Jesús Tú eres la persona más importante en este lugar. Rey de reyes, Señor de Señores”.
¿Dejas que Cristo gobierne y reine verdaderamente en tu corazón?
El cierre de la eucaristía fue muy emotivo y reflexivo, de la mano de Fr, Polo, quien hizo un bonito ejercicio de recogimiento y silencio que centró la atención en el interior de cada uno. Los jóvenes, con los ojos cerrados, se dieron la oportunidad de un momento de conexión consigo mismos, porque muchas veces en el silencio, habla Dios.
Vivir plenamente la Eucaristìa, sobre todo, en fechas tan epeciales como estas, nos hace más humanos, sensibles y benévolos con el hermano, para construir día a día, con buenas acciones, el Reino de Dios.
Artículo cortesia de: Profesora Zaidy Mancera
